MSF protesta contra «falsas acusaciones» de la Alianza Saudí

Un equipo de investigación de la alianza militar de Arabia Saudita acusa a la organización humanitaria, Médicos sin Fronteras (MSF), de ser cómplice por el bombardeo en uno de sus centros de tratamiento del cólera (CTC) en Yemen.

 

Como afirma la organización de ayuda internacional MSF en un comunicado de prensa llevado a cabo el 6 de febrero de 2019, las acusaciones emitidas por parte del Equipo Conjunto de Evaluación de Lesiones JIAT («The Joint Incident Assessment Team») establecido por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos para investigar la destrucción de un centro de tratamiento del cólera en la ciudad yemení el 11 de junio de 2018 fueron claramente rechazadas. La organización médica exige que se vuelva a examinar el incidente y se revierta cualquier reclamo erróneo.

 

Complicidad en la destrucción de sus propias instalaciones

La comisión de investigación culpó a MSF en una conferencia de prensa el 16 de enero por destruir las instalaciones bombardeando la alianza militar, ya que los edificios no fueron designados como instalaciones médicas. De acuerdo al JIAT, tampoco se habría recibido una solicitud de la organización de ayuda para la protección del sitio al incluirlo en una lista de instalaciones no accesibles en la alianza militar. A la vez, la Comisión de Investigación se refiere, entre otras cosas, a imágenes satelitales del 1 de diciembre de 2017 y del 3 de abril de 2018.

 

Sin embargo, esta ilustración contradice a la organización humanitaria. Según MSF, el sitio se habría marcado «con tres logotipos distintivos» y se habría informado a las autoridades competentes de los atacantes doce veces por escrito. El 12 de junio de 2018, poco después de la destrucción de la instalación, la organización de socorro había publicado fotos con fecha 28 de mayo de 2018, las cuales muestran el centro de tratamiento del cólera con marcas de MSF en los tejados.

 

La responsabilidad recae en las partes en conflicto.

Según Teresa Sancristoval de Médicos Sin Fronteras, las instalaciones médicas estarían protegidas por el derecho internacional humanitario y no deberían ser atacadas. «Esto rige incluso si no estuvieran marcadas o si las ubicaciones no se comunicaron a las partes enfrentadas», continuó MSF en el comunicado de prensa. Sería responsabilidad exclusiva de las partes en conflicto «el tomar de manera proactiva todas las medidas necesarias para garantizar que las instalaciones protegidas no sean atacadas». Además, MSF rechaza la responsabilidad de los civiles o del personal médico para la protección de la instalación.

 

No obstante, ni el personal y ni los pacientes murieron en la destrucción del centro en junio de 2018. El nuevo centro de tratamiento del cólera tenía suministros suficientes para haber atendido a personas en un área de más de un millón de habitantes.

 

Desde marzo de 2015, las instalaciones de MSF afirman haber sido cinco veces blanco de ataques aéreos de la coalición militar liderada por Arabia Saudita. Según los datos de la ONU, en Yemen, se registra más de 11 millones de personas necesitadas debido a la guerra. La monarquía absoluta del Golfo, sin mandato de la ONU pero respaldada por Occidente, ha estado librando una guerra contra los rebeldes hutíes patrocinados por Irán en el país vecino Yemen desde el 2015.

 

 

Mein Beitrag erschien bei Pressenza.

 

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Fuentes:
Comunicado de prensa de MSF del 6 de febrero de 2019.
[1]https://media.msf.org/CS.aspx?VP3=SearchResult&VBID=24BDQ5Z53QE
[2]https://www.spa.gov.sa/viewstory.php?lang=en&newsid=1875235
[3]https://www.doctorswithoutborders.org/what-we-do/news-stories/story/yemen-airstrike-hits-msf-cholera-treatment-center-abs